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    guía fiscal completa para nómadas digitales

    Domina los impuestos para nómadas digitales como un profesional con esta guía del experimentado nómada digital Andy Stofferis

    Persona con blusa de manga larga sosteniendo una calculadora para calcular sus impuestos como nómada digital
    Fotografía de Mikhail Nilov

    Impuestos para nómadas digitales: ¿qué son y dónde se pagan? Para los nómadas digitales que trabajan independientemente de un lugar determinado, suele surgir la duda de dónde pagar los impuestos.

    Por desgracia, la respuesta es bastante compleja, ya que no existe ninguna ley fiscal universal que se aplique a los nómadas digitales y a sus ingresos en todo el mundo.

    Es imprescindible que pagues tus impuestos correctamente, ya que, si te equivocas, podrías sufrir importantes consecuencias legales y económicas. Por eso es fundamental que, como nómada digital, recibas asesoramiento profesional sobre dónde eres residente fiscal.

    Esta guía fiscal para nómadas digitales tiene por objetivo ser útil y conocer a grandes rasgos los impuestos para nómadas. No obstante, debes asegurarte de recurrir a servicios profesionales de asesoramiento fiscal para evaluar tus circunstancias particulares.

    La tributación de los nómadas digitales suele depender del país del que procedan y de la nacionalidad que posean, de la frecuencia con que viajen, de sus ingresos y de si tienen o no residencia permanente. También hay requisitos diferentes para pagar impuestos personales como nómada digital y para pagar impuestos de sociedades; analizamos este tema con mayor detalle a continuación.

    Cada país tiene su propio conjunto de normas y leyes fiscales, con diferentes tipos impositivos aplicables y diferentes obligaciones legales y financieras y procedimientos que hay que seguir cuando se declaran impuestos.

    Diferentes tipos de impuestos para nómadas digitales

    Los nómadas digitales tienen obligación de pagar el impuesto sobre la renta de las personas físicas y, si dirigen o participan en la gestión de alguna empresa, es posible que también tengan que pagar el impuesto de sociedades.

    Suele haber normas diferentes que se aplican a estas dos formas distintas de impuestos y, dado que el impuesto personal suele pagarse en el lugar en que un nómada es residente fiscal, es posible que el impuesto de sociedades se pague en una jurisdicción diferente. Este es especialmente el caso cuando la empresa es multinacional y tiene actividades en varios países.

    A continuación, analizamos en profundidad el impuesto sobre la renta de las personas físicas y el impuesto de sociedades para nómadas digitales.

    Impuestos personales para nómadas digitales

    Cada país tiene sus propias leyes y normativas fiscales. La mayoría de los países obligan a pagar el impuesto sobre la renta de las personas físicas en función de su lugar de residencia, que puede ser distinto de su país de nacionalidad.

    Para ser considerado residente de un país a efectos fiscales, se aplican diversas normas (que son diferentes en todo el mundo), pero con bastante frecuencia se trata del lugar donde se pasa la mayor parte del tiempo (es decir, más de 6 meses al año). Esto en sí mismo puede ser un reto para los nómadas digitales.

    Algunos países aplican sus normas fiscales a los ingresos mundiales de una persona en función de su nacionalidad, independientemente de dónde vivan o residan sus ciudadanos. Y otros países aplican un sistema fiscal territorial por el que todo ingreso obtenido localmente se grava en ese país, pero todo ingreso obtenido fuera de ese país no se grava allí. Y también hay algunos países que no imponen impuestos sobre la renta de las personas físicas.

    Para los nómadas digitales, que no residen en un lugar el tiempo suficiente para considerarlo residencia fiscal, esto puede complicar aún más los requisitos fiscales. A veces, dos países pueden reclamar impuestos a una persona. Si existe un convenio de doble imposición entre esos países, puede ayudar a la persona a evitar un gran desembolso por la doble imposición.

    Dada la infinidad de leyes fiscales internacionales en todo el mundo y el hecho de que cada país tiene tipos impositivos diferentes (algunos de los cuales pueden ser significativamente más altos que otros), algunos nómadas digitales están optando por la residencia fiscal (y a menudo también por la ciudadanía) en lugares con tipos impositivos más bajos.

    Impuesto de sociedades para nómadas digitales

    Al igual que ocurre con el impuesto sobre la renta de las personas físicas, las empresas están sujetas a distintas leyes fiscales en todo el mundo. El lugar en el que tributa la empresa depende del país en el que tenga sus actividades y de dónde esté registrada/constituida o desde dónde se gestione en la práctica. También existe un principio de derecho fiscal internacional de "establecimiento permanente", que permite a los países gravar los beneficios empresariales de entidades no residentes si las actividades de la empresa se llevan a cabo en ese país.

    Saber qué legislación fiscal se aplica en los países en los que tu empresa prevé tener actividades es un aspecto esencial de una administración empresarial responsable y puede tener repercusiones significativas en el buen funcionamiento de cualquier empresa.

    Además de los impuestos de sociedades, las empresas también tienen que pagar cotizaciones a la Seguridad Social, que, por regla general, se pagan en el país donde están ubicados los empleados. Y, en muchas partes del mundo, las empresas también pagan IVA y pueden verse obligadas a registrar sus empresas a efectos del IVA y a presentar declaraciones anuales de dicho impuesto.

    Para cualquiera que quiera dirigir una empresa en una jurisdicción extranjera sin tener la nacionalidad de ese país, puede ser un verdadero reto. Sin embargo, gracias a nuevos programas, como nuestro programa de e-⁠Residency estonio, ahora las empresas pueden ser constituidas y administradas por no residentes y no ciudadanos, a distancia. A continuación, exploramos esta opción con mayor detalle, ya que cada vez es más frecuente entre nómadas digitales.

    E-⁠Residency: una solución empresarial para nómadas digitales

    En los últimos tiempos, algunos países han creado programas de residencia digital que pueden facilitar la creación de una empresa en una jurisdicción extranjera y el comercio en ella. Estonia fue pionera en esta iniciativa con su emblemático programa de e-⁠Residency. Esto resulta especialmente atractivo para nómadas digitales y otras personas que deseen gestionar a distancia una empresa totalmente digital e independiente de la ubicación con facilidad.

    Estonia se considera una de las sociedades digitales más avanzadas del mundo. La e-⁠Residency proporciona a los extranjeros acceso digital a los servicios electrónicos y sistemas online del país. La principal motivación es crear y gestionar una empresa con sede en la UE desde cualquier lugar del mundo. En los ocho años transcurridos desde el lanzamiento del programa, nómadas digitales, empresarios, asesores y autónomos se han hecho e-⁠residentes y han dado el primer paso para gestionar una empresa sin fronteras.

    Con una tarjeta de identidad digital de e-⁠Residency, toda la administración de la empresa puede realizarse fácilmente online, desde el uso de una firma digital segura hasta el acceso a servicios bancarios para empresas y la presentación digital del informe anual de la empresa.

    Asimismo, el procedimiento para solicitar y crear una empresa en Estonia como e-residente también es muy fácil y asequible. Además, no tendrás que nombrar a un directivo local ni a un representante para gestionar tu empresa. Basta con una persona de contacto local y una dirección fiscal en Estonia para que actúe como "mensajero" y "buzón" de tu empresa.

    Existen diferentes opciones de propiedad de una empresa entre las que elegir en Estonia. La más frecuente y adecuada para los e-⁠residentes es la sociedad de responsabilidad limitada (OÜ), cuyo capital social mínimo es de 2500 €, lo que la hace bastante asequible.

    Según el sistema fiscal estonio,si tu empresa tributa en Estonia, los beneficios distribuidos se gravan al 20% (en una proporción de 20/80 de los beneficios netos distribuidos), mientras que los dividendos que se paguen periódicamente a lo largo de tres años tributan al 14% (es decir, 14/86 de los beneficios netos distribuidos). Esto hace que el sistema fiscal estonio sea uno de los más competitivos del mundo. De hecho, ha logrado la primera posición en Índice internacional de competitividad fiscal durante ocho años consecutivos.

    Y, dado que Estonia ha firmado tratados de doble imposición con más de 60 países de todo el mundo, hay muchas probabilidades de que no se te aplique una doble imposición. Ten en cuenta que, debido a las leyes fiscales internacionales ya comentadas, lo más probable es que pagues impuestos de sociedades allí donde tu empresa se considere establecida de forma permanente.

    En función de la naturaleza de tus actividades empresariales, de los países en los que vendas tus productos y del importe de tu facturación anual, tu empresa también podría tener obligación de declaraciones y anuales del IVA y de liquidar el IVA en Estonia. Aquí, el umbral para registrarse a efectos del IVA es que la empresa obtenga al menos 40.000 € de ingresos al año.

    En cuanto a las cotizaciones a la Seguridad Social de los empleados de la empresa, esta tendrá exención de pagarlos en Estonia si ya los está pagando en otro país de la UE o en un país que tenga convenio de doble imposición con Estonia.

    Reflexiones finales sobre fiscalidad internacional para nómadas digitales

    Uno de los aspectos más complicados de ser nómada digital es descifrar el sinfín de leyes fiscales nacionales e internacionales que se aplican a los ingresos y beneficios empresariales en todo el mundo. Dado que infringir las leyes fiscales puede tener graves consecuencias, tanto legales como financieras, es imprescindible que recibas asesoramiento profesional antes de aventurarte.

    Con una planificación adecuada y un examen de los regímenes fiscales de los distintos países, es posible geoarbitrar tu situación de residencia personal y la configuración de tu empresa con el fin de pagar menos impuestos (en algunos casos). Además, gracias a programas como el de e-⁠Residency de Estonia, podrás desarrollar tu actividad en lugares del mundo en los que ni siquiera habías pensado.

    NOTA IMPORTANTE:

    Este artículo ha sido redactado por el colaborador invitado Andy Stofferis (www.andysto.com). Andy no es un experto fiscal y el artículo no pretende dar asesoramiento jurídico ni fiscal. Las leyes y normativas fiscales varían en gran medida de un país a otro, y esta información solo es una guía general. Te aconsejamos que te pongas en contacto con un asesor fiscal profesional para recibir asesoramiento jurídico o fiscal, y que no te bases en este artículo como fuente principal de información.

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